¿Eres uno de los muchos que aún utiliza Windows XP? Si la respuesta es sí, tienes un problema, porque tan pronto como el próximo 8 de abril de 2014 el sistema operativo dejará de recibir soporte por parte de Microsoft, o el último clavo en el ataúd de la versión más longeva de la historia de Windows.
Ante tal hecho migrar hacia otra plataforma es algo que todo el mundo sin excepción debería hacer. A continuación te explicamos por qué es imprescindible abandonar Windows XP y cómo lograrlo sin morir en el intento junto a varias consideraciones a tener en cuenta y tareas vitales a realizar antes de mudar.
Por qué es importante abandonar Windows XP
Desde 2008 se viene anunciando la muerte de Windows XP, pero un gran número de personas se resisten a abandonarlo porque, como tú, ni les apetece, ni saben lo que deben hacer ni son conscientes de la importancia de migrar, les da miedo… o una combinación de todos los factores.
Podemos dar muchos argumentos que justifican el abandonar Windows XP, de entre los que destacan los siguientes: uno, si utilizas Windows para trabajar, hacerlo con XP supone una pérdida de tiempo –y, por extensión, de dinero– ya que las versiones del sistema operativo superiores han mejorado mucho y en muchos aspectos. Dos, todos los programas y periféricos están dejando de funcionar con Windows XP. Tres, es fácil que te encuentres con problemas al intentar ejecutar diversos tipos de archivos. Cuatro, y la más importante, las posibilidades de que se te cuelen virus –si no los tienes ya– son muy altas.
Así que esto no va de obsolescencia programada. Dejar de utilizar Windows XP es pura sensatez y aunque tengas que comprar nuevo equipo o sudes algo de tinta al migrar, a todas luces merece la pena.