La aplicación de las posibilidades de la impresión 3D para la creación y réplica de órganos y huesos que puedan utilizarse en operaciones quirúrgicas es un debate que está a la orden del día, sin embargo, hoy nos llega una noticia más que positiva a favor de esta práctica: un equipo de médicos de la Universidad de Michigan han conseguido hacer una tráquea a través de la tecnología de impresión en 3D para salvar la vida de un bebé de dieciséis meses.
La noticia ha saltado a los medios a través del post escrito en NPR en el que cuentan cómo Garret Peterson, un bebé de algo más de un año, ha salvado su vida gracias a la reproducción de su tráquea mediantes técnicas de impresión 3D. En concreto, el pequeño nació con una tráquea defectuosa que le impedía respirar adecuadamente y, para solucionarlo, un grupo de médicos e ingenieros biomédicos en colaboración con la Universidad de Michigan decidieron hacer una réplica de la misma e implantársela para que pueda seguir respirando hasta que el órgano original madure y se haga fuerte para funcionar por sí mismo.
De este modo, los doctores implicados en la operación, el Dr Green y el ingeniero biomédico Scott Hollister realizaron una tomografía computerizada de la tráquea del niño para realizar una réplica de la misma a través del hardware de impresión en 3D de la Universidad de Michigan y extraer la férula a medida y adaptada al paciente.
El equipo quirúrgico implantó el órgano artificial a modo de protector del natural, de modo que, a medida que la tráquea de Garret pueda ir realizando sus funciones de forma progresiva, la férula implantada se disolverá y el niño podrá volver a respirar de manera natural.
La iniciativa abre la esperanza a la reproducción de órganos, huesos y material biológico a través de la impresión 3D que pueda ser aplicado en prótesis o sustituir zonas dañadas del cuerpo humano, sin embargo, hasta que pueda ser una realidad, es necesario, como apuntaba la consultora Gartner en su informe “Predicciones 2014: Impresión 3D y el punto de inflexión”, que este mercado se regule, esté estrictamente controlado para evitar el tráfico indebido de órganos y se establezca una normativa ética y moral respecto a su aplicación.
Por el momento, el equipo que ha intervenido en la operación de Garret lo ha considerado todo un éxito, ya que el pequeño se debatía entre la vida y la muerte y esta prótesis ha conseguido salvar su vida permitiéndole volver a respirar.