
Según explican los investigadores, precisar el origen y la evolución del habla y el lenguaje humano es uno de los más antiguos y polémicos asuntos del mundo científico. Durante mucho tiempo se ha creído que los otros seres, incluyendo a los neandertales con los que nuestros ancestros compartieron la Tierra hace miles de años, simplemente carecían de la capacidad cognitiva necesaria y la estructura vocal para emitir la voz.
En un principio, no se les consideró más que bestias que solo podían emitir unos gruñidos primitivos, pero en los últimos años, los descubrimientos paleontológicos y el hallazgo de ADN antiguo han demostrado que nuestros «primos incomprendidos», como los definen en el nuevo estudio, eran mucho más parecidos a nosotros de lo que creíamos, incluida la capacidad cognitiva y su cultura.
Lo que han hecho Stephen Wroe, zoólogo y paleontólogo de la UNE, y un equipo internacional de científicos es analizar un hueso hioides (situado en la parte anterior del cuello, por debajo de la lengua) de un neandertal de 60.000 años de antigüedad descubierto en Israel en el año 1989, con la ayuda de una tecnología de imágenes de rayos X en 3D.
En un principio, «para muchos, el hioides neandertal descubierto fue sorprendente, ya que su forma era muy diferente a la de los chimpancés y los bonobos, pero prácticamente indistinguible de la de nuestra propia especie. Esto llevó a algunas personas a argumentar que este neandertal podía hablar», señala Wroe.