Domingo. ¿Ya te has levantado y estás list@ para disfrutar del día o para ir a trabajar? ¿Vas a mirar por la ventana para inferir si lloverá o reinará el sol? ¿Consultarás, mejor, la previsión en alguna web? Hoy, por cierto y por si no lo sabías, se celebra el Día Meteorológico Mundial. Se conmemora que el 23 de marzo de 1950 se creó la Organización Meteorológica Mundial.
El tema elegido por Naciones Unidas para 2014 es «Comprometiendo a los jóvenes»: los grandes beneficiados de los adelantos que se han logrado para mejorar la capacidad de comprensión y predicción del tiempo y el clima de la Tierra.
En España, por ejemplo, tres mil personas atienden las más de 550 estaciones automáticas que hay repartidas por el país; recogen datos de manera manual de las estaciones pluviométricas ytermopluviométricas; o aportan información sobre cómo se comportanplantas y animales en función de las condiciones ambientales. Todos ellos son voluntarios y trabajan todos los días. Su valiosa colaboración se suma a los datos que recoge el personal de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ayudando a realizar numerosas investigaciones a nivel regional, comarcal y local.
Los jóvenes, también, serán, sobre todo durante la segunda mitad del presente siglo, los grandes perjudicados de los efectos cada vez más acusados del calentamiento de la atmósfera.
La continuidad de las observaciones resulta crucial para comprender las variaciones del clima, destacan desde la Aemet. Por eso, seas más o menos «grande», anímate a formar parte de la red; solo tienes que dirigirte a la delegación territorial de la Agencia más próxima, allí se encargarán de suministrarte el equipo y la formación que necesites. Quién sabe, quizás algún año obtengas un merecido reconocimiento, como el que Antonia Capó Cañellas, Evangelina Acebo Gómez y la familia Píriz recogerán el lunes en la sede central de Aemet en Madrid, como parte de los eventos organizados para festejar el Día Meteorológico Mundial.
Baleares
Antonia Capó Cañellas ha sido una entusiasta de la meteorología desde niña. De hecho, empezó a anotar datos pluviométricos en la estación B271 de Marratxí Son Sureda a los diez años. Dedicación que mantendría otra década más, hasta 1953, cuando decidió abandonar la tarea. No obstante, en 1960, reinicia su contribución a la Aemet al frente de la estación de Sa Cabaneta, compartiendo actividades con su marido, que fue observador de meteorología en la estación de radiosondas de Palma de Mallorca desde 1958 hasta su jubilación en 1994.
Antonia y su esposo Joan Bibiloni Ramis han generado, hasta el día de hoy, una serie pluviométrica de gran calidad de 53 años consecutivos. Dicha serie cuenta únicamente con una laguna de observación, que va de octubre a diciembre de 2005, cuando Joan fue hospitalizado en Madrid como consecuencia de una enfermedad grave.