11.17.2013

Así es el destructor del siglo XXI

Durante los últimos cuatro años ha estado tomando forma en los astilleros de Maine el futuro de la Armada de los Estados Unidos. Se trata del destructor más grande jamás construido y equipado con la tecnología más avanzada. El Pentágono no dudó en bautizarlo como "bala de plata supesigilosa". El pasado 28 de octubre fue botado sin ceremonia alguna, como consecuencia del cierre del Gobierno federal, y ha sido esta semana cuando han trascendido las primeras imágenes de un buque que ha visto la luz envuelto en la polémica por su elevado coste.


El USS Zumwalt (DDG 1000) es la primera de las tres unidades de nueva generación previstas en un programa que cuenta con un presupuesto total de 22.000 millones de dólares, esto es, algo más de 7.000 millones por cada destructor. Y eso que en 2001 el Congreso redujo a la mitad los costes del programa. Estas cifras, aunque en algunas publicaciones estadounidenses las rebajan a la mitad, han desatado duras críticas contra un proyecto del que se sospecha está siendo utilizado como arma propagandística contra los recortes en Defensa. En la propia Navy hay quien se lleva las manos a la cabeza, argumentando que ese dinero podría renovar gran parte de la flota de los Estados Unidos y que al enemigo no le resultará especialmente complicado hundir al carísimo barco.

Desde el punto de vista del diseño, la nave tiene una eslora de 183 metros y una manga de 24, según datos oficiales. Destaca su radical proa de tipo wavepiercing o perforador de olas y su superstructura piramidal de fibra de carbono avanzado con la que quedan ocultos todos los sistemas de radares y antenas, forma con la que la embarcación es mucho menos visible para cualquier radar enemigo. Otras innovaciones que presenta son sus motores eléctricos, cuatro generadores de turbina de gas, capaces de propulsar una nave de 14.500 toneladas de desplazamiento a 30 nudos de velocidad o la gran cantidad de sistemas automatizados que reducen la tripulación hasta 130 efectivos.
La mayor parte del presupuesto, no obstante, fue a parar a la investigación y desarrollo de armas que suenan a ciencia ficción:cañones electromagnéticos, proyectiles lanzados a velocidad inicial hipersónica, misiles con un alcance de 100 kilómetros y una precisión de cirujano, láser... Según sus creadores, el Zumwalt ha sido construido para mantener la supremacía naval de los Estados Unidos en las próximas décadas y está previsto que entre en combate en 2016.