La especie, encontrada en la Antártida, no solo se coloca sobre la puesta, sino que la defiende de las amenazas externas enérgicamente
No es extraño que algunos animales empollen los huevos de la puesta. Lo que sí es excepcional es que lo haga un gusano marino encontrado en el continente antártico que, además, defiende enérgicamente su puesta ante las amenazas externas. El hallazgo, en el que han participado investigadores españoles de la Universidad de Barcelona y la de Harvard, y del Instituto Español de Oceanografía, ha sido publicado recientemente en la revista Polar Biology.
Los nemertinos son un grupo de invertebrados que habitan preferentemente el medio marino. El equipo ha identificado una nueva especie de nemertino, el Antarctonemertes riesgoae, con una insólita conducta reproductiva: este invertebrado marino incuba los huevos tal y como lo hacen las gallinas.
En el medio marino antártico, el equipo científico de la UB descubrió unos capullos de entre 2 y 3 cm de longitud que eran incubados por las hembras del nemertino. Durante la reproducción, la hembra secreta por la pared del cuerpo una sustancia mucosa que se solidifica en contacto con el agua del mar hasta formar una cobertura elástica. Una vez formado el capullo, la hembra deposita los huevos y se coloca encima. Pero este comportamiento no es meramente pasivo: cuando se intenta arrancar los capullos del sustrato donde están adheridos, la hembra sale por un orificio para defender su puesta.
En general, los nemertinos, como otros seres vivos, depositan los huevos y luego no tienen ningún cuidado de la puesta. De hecho, hasta la fecha solo se conocían dos especies antárticas con un comportamiento similar de protección de los huevos. Según el equipo científico, este comportamiento extraordinario es una respuesta a las duras condiciones ambientales de la Antártida. Para muchos animales antárticos, que se han de reproducir exclusivamente durante el verano polar, esta estrategia podría asegurar un éxito reproductivo mayor.
El gusano comehuesos
El equipo dirigido por la profesora Conxita Àvila también participó en el descubrimiento de una nueva especie de Osedax, un tipo de invertebrado marino que se alimenta de huesos y que se ha bautizado como Osedax deceptionensis. Esta especie, junto con el llamado Osedax antarcticus, es la primera de este tipo de gusano marino que se ha encontrado en la Antártida.