Tradicionalmente la ciencia siempre ha sido vista como algo muy aburrido, cuyos avances se llevan a cabo en silenciosos e inmaculados laboratorios por hombres y mujeres carentes de cualquier sentido del humor. Sin embargo, tal y como nos muestra el autor del blog «Ese punto azul pálido», esta creencia es absolutamente errónea.
Para comprobarlo, basta con echar un vistazo a algunos de los peculiares nombres escogidos por los investigadores para bautizar sus descubrimientos. En concreto, esta bitácora se nutre de una divertida página web de la Universidad de Bristol para recopilar los trece compuestos químicos con los nombres más graciosos que se pueda imaginar. Por muy absurdos que puedan parecer, todos son reales:
1.-Ácido angélico: Este ácido debe su nombre de la planta en la que se encuentra, la Angelica archangelica, que, a su vez, lo toma de de la creencia popular de que es un regalo del arcángel San Gabriel. El ácido angélico fue aislado por primera vez en 1842 por el farmacéutico alemán Ludwig Andreas Buchner y se presenta como un sólido volátil con sabor penetrante y olor ligeramente agrio. Las sales derivadas de este ácido son denominadas angelatos.
2.-Moléculas nanoputienses: Son una serie de moléculas orgánicas con unas alucinantes formas que se asemejan a las del cuerpo humano. Fueron descritas por primera vez por Stephanie H. Chanteau y James M. Tour en el artículo “Synthesis of Anthropomorphic Molecules: The NanoPutians”.
3.-Vomitoxina: Tras este nombre se esconde el deoxinivalenol, una toxina producida por algunos tipos de hongos capaz de producir los efectos que su nombre indica. Por suerte, para inducir el vómito en los seres humanos serían necesarias grandes dosis de la misma.
4.-Draculin: Es una glicoproteína que se encuentra en la saliva de los murciélagos vampiro. Compuesta por 411 aminoácidos, la medicina actual investiga sus propiedades anticoagulantes.
5.-Ácido mágico: Este líquido es un superácido compuesto por una mezcla de ácido fluorosulfónico y pentafluoruro de antimonio. Fue bautizado por su descubridor, el Nobel de química George A. Olah, después de una fiesta de Navidad en 1966 cuando un miembro de su laboratorio introdujo una vela en el ácido y observó como desaparecía disuelta.
6.-Ácido cuadrático: Los descubridores de este ácido no se devanaron mucho los sesos a la hora de bautizar este ácido cuya fórmula estructural reproduce un cuadrado perfecto.
7.-Psicosa: Se trata de un monosacárido de seis átomos de carbono con un grupo cetona, por lo que pertenece al grupo de las cetosas. La psicosa toma su nombre de la psicofuranina, un antibiótico descubierto en 1959, del que puede ser aislada.
8.-Pikachurina: Aunque pueda parecer inverosímil, el nombre de esta proteína presente en la matriz extracelular de la retina es un homenaje a Pikachu, personaje emblemático de la serie de videojuegos y animación “Pokemon”. Al parecer, el equipo de investigación de la Universidad de Osaka que lo descubrió descubrió esta proteína en 2008 la bautizó así debido a su velocidad y efectos eléctricos impactantes.
9.-Olimpiceno: Sintetizado por Anish Mistry y David Fox, de la universidad de Warwick en el Reino Unido, aunque la concepción original de este compuesto elaborada por el químico Graham Richards en 2010, con motivo de los Juegos olímpicos de Londres 2012. De hecho, su estructura imita la de los conocidos anillos olímpicos.
10.-Sonic hedgehog: Los fanáticos de los videojuegos ya habrán reconocido que esta proteina de vital importancia en la regulación de la organogénesis de los vertebrados toma su nombre del erizo que protagoniza la saga de videojuegos más exitosa de la compañía japonesa SEGA.
11.-Ácido bohémico: Se trata de una mezcla de compuestos químicos de interés terapéutico en medicina que contiene una serie de moléculas que llevan por nombre los de los personajes principales de la ópera “La Bohème” de Puccini. Así, este ácido posee moléculas de marcellomycin, musettamycin, rudolphomycin, mimimycin, collinemycin, alcindoromycin y schaunardimycin.
12.-Luciferina: De nombre casi diabólico, esta molécula es responsable de la emisión de luz, lo que se conoce como bioluminiscencia, en algunas bacterias, algas, hongos y algunos animales. El nombre de luciferina está inspirado en Lucifer (del latín lux "luz" y fero "llevar").
13.-Clitoriacetal: A pesar de lo que su propio nombre parece indicar, este glucósido no tiene dada que ver con los órganos sexuales femeninos, sino que toma su nombre de las plantas del género Clitoria en las que se encuentra.