¿Es nuestro universo simplemente uno entre millones? La primera prueba de que existe un número indeterminado de “multiversos”acaba de ser anunciada gracias a un mapa cósmico que recoge los datos de la radiación de fondo conseguidos por el telescopio Planck. Se trata de la primera evidencia contundente de la existencia de otros universos, y ha sido proclamada por un equipo de cosmólogos que estudiaban los datos conseguidos por el Planck el pasado mes de junio. La conclusión más sorprendente del estudio es que algunas de las anomalías detectadas sólo podían estar ocasionadas por la fuerza gravitacional de otros universos.
“Este tipo de ideas pueden sonar algo absurdas en este instante, justamente como sucedió con la teoría del Big Bang hace tres generaciones –explica George Efstathiou, profesor de Astrofísica en la Universidad de Cambridge-. Pero ahora tenemos una serie de evidencias que han cambiado el modo en que teorizamos sobre el universo”.
La imagen muestra el objeto más distante jamás observado con un nivel de certeza óptimo. Se trata de una galaxia de 13.200 millones de años luz de distancia y que observamos cuando era muy joven, ya que su luz está llegando a la Tierra ahora por primera vez.
El flujo oscuro
El ‘flujo oscuro’ es un elemento de controversia científica porque la distribución de la materia en el universo observado no lo incluye. Su existencia sugiere que hay alguna estructura más allá del universo visible, o lejos de nuestro horizonte, que está tirando de la materia de nuestro vecindario. Así, los científicos están encontrando movimientos muy extraños en los límites del universo conocido, con una amplia franja de agrupaciones galácticas que parecen ir rumbo a un ‘punto caliente’ cósmico, aunque nadie sabe la razón por la que esto está sucediendo así.
Los cosmólogos miran a las microondas de fondo –el primer flash de luz emitido por el universo, 380.000 años después de su formación - como el último punto de referencia cósmico, la frontera más allá de la cual no podemos ver nada más. Pero en esas microondas primordiales no debería de existir una dirección de preferencia. A pesar de esta “imposibilidad” teórica, un estudio de 2010 logró rastrear el misterioso ‘flujo oscuro’ cósmico, y lo situó en el doble de la distancia que originalmente se había previsto. “No es algo que esperáramos encontrar a corto plazo, pero tampoco podíamos olvidarnos de ello -confirma el científico de la NASA Alexander Kashlinsky, que estuvo al cargo de esta investigación-. Y comprobamos que persiste en distancia mucho mayores, tanto como 2.500 millones de años luz más lejos”.
Un movimiento coherente y extraño
Analizando los datos de tres años de mediciones, los autores del estudio encontraron evidencias de un movimiento “sorprendentemente coherente” de entre 600 y 1.000 kilómetros por segundo de un flujo de agrupaciones a lo largo de una franja de 20 grados del cielo hacia las constelaciones de Centaurus y Vela. Las agrupaciones parecían estarse moviendo a lo largo de una línea que se extendía desde nuestro sistema solar hacia Centaururs/Hydra, pero la dirección de este movimiento es menos cierta. La evidencia indica que las agrupaciones se dirigían más bien hacia el exterior a lo largo de esta franja, alejándose de la Tierra, aunque el equipo no pudo descartar el flujo opuesto.