5.30.2014

La sangre artificial universal podría acabar con los donantes

Estamos muy cerca de conseguir una sangre artificial perfectamente viable en seres humanos. Y, además, de tipo O, es decir, el donante universal. Según ha anunciado Wellcome Trust, las primeras pruebas clínicas con seres humanos se iniciarán a finales de 2016 o, a más tardar, a inicios de 2017, por lo que es probable que en la próxima década los donantes de sangre se queden sin la actividad que, de vez en cuando, los deja secos.
El origen del estudio de Wellcome Trust está en las polémicas células madre, que gracias a desarrollos como este mejoran considerablemente su cara más pública. La compañía, básicamente, ha desarrollado un método para convertir con éxito células madre en células sanguíneas.
En primer lugar, los científicos extraen células del cuerpo humano y las hacen involucionar hasta el estado de células madre. Entonces reproducen para ellas las condiciones del cuerpo humano, convirtiendo esas células madre en células sanguíneas que son del tipo del donante universal. Dicho así parece muy sencillo. Aunque no es así. Y tampoco es especialmente barato, como cabría esperar.

La cercanía de las pruebas con seres humanos

El potencial de este desarrollo reside en la proximidad de las pruebas con humanos. Que ya hayan llegado a ese estadio en la técnica necesaria supone que la sangre artificial está cerca de su consumo. Y por tanto de su producción en masa, como indica Dvice. De aquí a que llegue ese momento, además de superar las pruebas clínicas, la sangre de Wellcome Trust tiene también el reto de abaratar su producción, de modo que se pueda extender su utilización.
En cuanto a sus usos, además de los más obvios como convivir con los vampiros sin que nos tengamos que exterminar unos a otros, está en primer lugar proporcionar sangre fresca a países del tercer mundo con sistemas de salud que no pueden afrontar la necesidad de sangre y, por extensión, están todos los sistemas de salud del mundo.
Mientras tanto, tenemos más o menos una década para poder disfrutar de ese breve momento de superior moral que dura mientras te comes el bocadillo y te tomas un refresco para recuperar fuerzas después de haber donado sangre.